Ingredientes
14 huevos.
1/2 kilo de azúcar.
2 vasos de agua.
En las recetas clásicas se recomienda usar solo las yemas de los huevos, es decir, el mismo peso de yemas que de azúcar . Pero se consigue una mejor consistencia si se usa alguno de los huevos enteros (10 yemas y 4 huevos enteros puede ser una buena proporción).
1.- En una cacerola, se echa el azúcar y agua suficiente para que moje el azúcar y se pone al fuego, moviendo constantemente con una cuchara de madera, hasta que el azúcar, totalmente disuelta, empiece a dorarse, lo que se nota porque el almíbar empieza a tomar un color amarillento. Apartar y dejar enfriar a temperatura ambiente.
2.- En un bol, batir las yemas y los huevos enteros. Se pueden batir en la batidora, pero queda mejor si se hace el batido a mano.
3.- Verter el almíbar frío sobre los huevos batidos, muy lentamente, en forma de un chorrito muy fino, "al hilo" y mover constantemente con la cuchara de madera, para obtener una mezcla bien homogénea. Llegado este punto, hay que colar la mezcla, incluso dos veces, para evitar cualquier grumo que se haya podido formar.
4.- Preparar el molde cubriéndolo de caramelo líquido, que se puede comprar hecho (en bolsitas), o hacerlo con medio vaso de agua y dos cucharadas soperas de azúcar, poner al fuego e ir removiendo hasta que el azúcar se acaramele, adquiriendo el típico color caramelo. Se puede usar un molde de aluminio de paredes altas, o bien repartir la mezcla en flaneras individuales de aluminio.
5.- Preparar un baño María, bien usando una fuente grande o la bandeja honda del horno, con una cantidad de agua que no supere la mitad de la altura de las paredes del molde, para evitar que el agua, al hervir, entre en el molde, pues estropearía la mezcla. Se puede recurrir a tapar el molde con papel de aluminio, al que se le practican unos agujeros con la punta de un cuchillo.
6.- Poner el molde con lamezcla, al baño María, durante 45 minutos. Para comprobar que el tocino está hecho, pinchar con un cuchillo y si sale limpio, ya se puede apartar. Se deja enfriar a temperatura ambiente y cuando esté frío, se vuelca el molde, con cuidado, sobre una fuente, o las flaneras sobre platos individuales.
Se sirve frío, solo o acompañado de nata montada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario